FIFA 21 es fútbol. Hasta aquí, nada nuevo. Casi tampoco nada nuevo en la entrega de este año que resulta las más conservadora y que trata de pulir su fórmula «mejorando» todo lo establecido. Y escribo mejorando entre comillas porque es una mejora siempre y cuando la base nos parezca buena.
Me explico: para el aficionado al fútbol no hay mejor opción en el mercado que FIFA 21, y eso es una realidad, aunque no por ello ha de ser buena noticia. De hecho es muy mala señal. EA fueron los inventores de las entregas anuales con su Madden y desde entonces han ido apretando las tuercas a sus productos. Y esa política de consumo no ha beneficiado al usuario en los últimos años.
Que cada uno compre lo que quiera, por supuesto. A partir de este punto solo hablaremos del juego en si, viendo todo lo que nos ofrece la nueva entrega del deporte rey. Pero antes dos avisos. Uno: es el mismo juego en esencia que FIFA 20, su anterior entrega, y dos, aquí no premiaremos a un producto que trata de explotar a los usuarios con sistemas de monetización y decisiones morales y éticas cuestionables.
El fútbol del presente y del futuro
La nueva obra de EA Sports se sitúa en medio del cambió generacional de consolas con una propuesta que no se aleja en demasía a su predecesor. Quizás este mismo hecho es el que condiciona la decisión de la inclusión de tan pocas novedades, y quizás la empresa especializada en juegos de deportes está preparando un gran desembarco a la next-gen con su FIFA 22.
Mientras tanto, nos centramos en la entrega anual que nos percute y nos adentramos en el centro del área de su sistema de juego, uno de los únicos «cambios» que encontraremos en FIFA 21. El aspecto jugable, en concreto en el terreno de juego, presenta ciertas diferencias que lo alejan de la jugabilidad de FIFA 20. Ahora los partidos son más rápidos y más imprecisos. Realizar pases perfectos tiene mucha relación con el posicionamiento de los jugadores, y a veces se erra en los pases al hueco por las facultades de los jugadores.
Me vengo a referir que por primera vez he notado que los jugadores se comportan tal como sus estadísticas indican. Así, cabecear es más sencillo con un jugador corpulento y alto, y escaparse en carrera es casi imposible para un jugador de media baja en la velocidad.
Ahora bien, esto no es del todo bueno. Y no es positivo porque es fácil escapar de los defensores con un jugador con rápido, y eso, sobre todo en los modos competitivos, desbalancea todo tipo de equilibrio que el juego quisiera crear.
A gastarse el Partner en FIFA 21
Y es que si hay otro aspecto que ésta vez considero que destaca por encima de otras ocasiones, es el del descarado «Pay-To-Win«. El hábito no hace al monje, al igual que el dinero no da la felicidad…siempre. Pero a veces, ayuda, y en FIFA 21 ayuda mucho. Su modo UT es el delantero referencia de la franquicia y bebe de todos esos conceptos.
Crea el equipo perfecto consiguiendo buenos resultados y gastando dinero en sobres y al cabo de un mes, tendrás nuevas versiones actualizadas de todos los jugadores. Y eventos de Halloween, de Moments, de TOTM, de POTM de Flashback, de Navidad, de Iconos Base, Medios. De todo. Siempre tendrás motivos para gastar. Y se que esto no es distinto a lo de los demás años, pero ¿de verdad no nos cansamos?
En el aspecto analítico, FIFA 21 Ultimate Team presenta cero novedades notables. Un menú más accesible, atajos de botones que facilitan la experiencia «Pachinko» y más cosméticos para hacer a tu club más trending y único. Solo un punto favorable en la desaparición de la penalización por cansancio en los jugadores, algo que venía no teniendo sentido desde hace años.
Regateando hasta el arco
Volviendo al aspecto jugable, hay añadidos como el Agile Dribbling, que elevan la creatividad y el dinamismo en ataque. Esta nueva técnica de regate te brinda un mayor control cuando te enfrentas a un defensor, al mejorar la velocidad y la capacidad de respuesta del juego de pies de tu jugador. Está diseñado para ayudarte a retener la posesión y crear espacio en situaciones apretadas de uno contra uno.
Para los que llevan más tiempo en la saga, y son conocedores del lore, es una especie de evolución de los gatillos de FIFA 19. Hay jugadores que destacan en el uso del control corto, como Lionel Messi y Bernardo Silva, son más hábiles que otros en usar Agile Dribbling, pudiendo realizar cambios rápidos de ritmo para romper el marcaje.
A esto se le suma el sistema de desmarque mejorado, que incita al extremo o delantero a correr para salir de su marca. Lo cierto, es que ahora mismo, a falta de parche que lo solucione, usar ultraofensiva en técnicas de ataque te asegura más de una ocasión. El riesgo es bajo si se defiende con cabeza, por lo que es casi necesario para crear presión y remontar partidos.
Ninguna Volta de tuerca
En cuanto a otros modos de juego, Volta se ha actualizado con respecto a FIFA 20. Este modo es esencialmente una versión más sólida de FIFA Street, abandonando los estadios masivos por campos pequeños y un enfoque en movimientos de habilidad y freestyle.
Un sistema de progresión basado en objetivos, es el único añadido positivo a este modo, que también presenta un modo historia, pero resulta ser casi anecdótico. Con el sistema mencionado, iremos consiguiendo puntos para desbloquear estrellas mundiales e incorporarlas en nuestro equipo. Estos desafíos recibirán actualizaciones periódicas para que sigamos luchando por conseguir el mejor equipo de Volta.
Siéntete cómo Klopp
El modo Carrera es seguramente el modo más beneficiado en FIFA 21. Y es que FIFA 20 movió algunos conceptos con la introducción de una mecánica de moral y entrevistas antes y después del partido, algo que humanizaba en parte a los equipos. La entrega de este año va un paso más allá al agregar una serie de nuevas características. La primera de ellas es la de simular los partidos al estilo de Football Manager, dándote el control sobre el resultado de cada partido, incluso si no lo juegas tú mismo.
Puedes simular cualquier partido con indicaciones contextuales para dar órdenes, y en cualquier momento del encuentro tienes el poder para tomar el control de tu equipo. Por supuesto puedes simular los enfrentamientos a la antigua usanza, pero el nuevo modo da versatilidad y opciones para decidir cuando quieres formar parte del juego.
Penalti decisivo
FIFA 21 es en gran medida una actualización incremental con respecto al lanzamiento anterior de la franquicia, pero convirtiéndolo en un título de fútbol mucho más rápido, fluido y accesible a sus modos. Volta todavía se siente como una ocurrencia tardía, con su nuevo modo de historia sin fundamento ni sustancia y un modo Carrera con una elegante opción de gestión del equipo.
Por supuesto hay modos de sobra para contentar al fan. Horas de diversión que pueden llegar a justificar en parte la nueva adquisición del título anual. Pero solo destinado al aficionado del fútbol real. Es difícil valorar estos títulos, puesto que no distan de ser actualizaciones anuales a un producto base. Esperemos que FIFA 22 sea capaz de revolucionar el género de una vez por todas.
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